domingo, 3 de enero de 2010

Epílogo. 09.

Se recostó sobre las náuseas acérrimas que inundaban sus entrañas al olor del turrón. Ascendían desde la boca del estómago hasta la garganta, acompañadas por suspiros del silencio adverso que destilaba su colección de villancicos. Dedicaba sonrisas a sus noches de leve misantropía, para abarcar fragmentos de segundos y tejerlos a su rostro, como si fuera una modelo anoréxica desfilando exultante sobre la pasarela. Improvisó el guión de su propia parodia mordiéndose los labios, con la ambición de quebrarlo en mil y un pedazos, tratándose de aquel borrador que nunca enorgullecía a su progenitor. Licuando entre el humo del tabaco palabras que nunca fueron pronunciadas y transpirando bajo la lengua términos inconclusos antes de excarcelarlos en trémulas bocanadas al aire.
Quería entonar una nana en clave de fa para la llave de la consciencia, y dormirla bajo una copa de Bourbon. Crear el exceso entre los excesos. Descubrirlo después.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pos este comentario es para una d mis mejores amigas Su q la veo poqisimo y m gstaria pasar mas tiempo con ella aver si puede ser y si ella qiere claro XD besos Jon. ^^