En realidad, una vida es mil vidas no vividas, mil posibilidades relegadas por el camino, mil ambiciones de antaño diluidas con nuestro propio pasado. La carbonización de ese abrazo que nunca llegó a consumarse arremete contra nosotros, bajo la máscara de una vida amputada y cohibida, aquella que no llegó a formarse como ente íntegro... hasta que un "y si..." nos desvela al anochecer, recordándonos que en otro tiempo, en otro lugar, él también fue sólido, que una vez fue, o pudo ser nuestra vida.
¿Rebatimos el dolor? ¿Las vidas no vividas? ¿O son ellas quienes realmente edifican nuestra definición?
1 comentario:
joder, el final no e entendido nada. Aunk muchas veces yo y seguro que los demas, nos preguntamos "y si..." para envolvernos en las posible posibilidades que hubieramos obtenido si llegamos a elejir la otra puerta. Lo mejor es no pensar en ello, por que solo asi llenamos nuestra caveza de dudas, nos volvemos mas inseguros kada vez y llegando a dejar nuestro destino en manos de los demas. No barajemos posibilidades, lancemonos a la que mas creamos conbeniente y a atenerse a las consequencias si intentar descubrir que hubiera pasado si llegamos a elegir el otro camino
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