viernes, 28 de agosto de 2009


Mentiría si dijera que no me habría gustado decidir el haber nacido o no haberlo hecho. Aunque la nítida experiencia y mi índole impulsiva habrían creado la misma retraída realidad, pero al menos se me habría concedido la opción de elegir, y sería capaz de recordarme por qué estoy aquí.

Mentiría si dijera que no hubiera deseado escoger mi forma de sentir la sobrecogedora caricia del viento en un otoño venidero, de entrever los pesamientos ajenos sin ser capaz de escucharlos, de mi extravagancia al doblegar las percepciones. Aunque seguiría sin alterar la monotonía, pero habría perdido el pretexto de preguntarme si de verdad merece la pena. Si merece la pena descubrir que el resto de la humanidad no se molesta en pensar y de que tú no piensas como ellos. Si merece la pena sentirte tan solo cuando estás rodeado de gente imperfecta, y de que son esas imperfecciones las que marcan la diferencia. Si merece la pena subir el contraste de tu película en blanco y negro al máximo; los súbitos cambios de humor, de la euforia al resentimiento, esa frustración.

3 comentarios:

unai dijo...

no se dan cuenta pero la gente que analizamos todo, cada minimo detalle, nos percatamos que le gente normal sigue siempre runbos fijo, no declara la guerra al destino e intenta cambiarlo, sino que lo acepta ylo acata palabra por palabra, y el ser deiferente es ser lo contrario a ello, arriesgarte en cada ocasion poniendo al futuro en aprietos, y eso nos hace diferentes, el buscar a nuestro al rededor en busca de una opcion diferente a la dictada. No hai k ser monotono ai que arriesfarse para conseguir lo que quieres.
Me gusta muxo el testo!!

Ernálien dijo...

Claro que merece la pena doblegar la realidad a diferentes alternativas propuestas por nuestra mente, pues es la única dueña de lo que podemos percibir junto con nuestros sentimientos y emociones y esos són los que dictan la vida poco a poco y poder "jugar" con ella con diferentes modos de verla es lo que la llenan y no la hacen monótona. Sí, quizás todos hemos querido saber y cambiar algunas cosas cuando se sienten en esos momentos, como la caricia del viento, pero quizás no se permite cambiarlo para que lo tengamos como algo único...como lo única que es esta vida.

Un saludito y besos^^.

Anónimo dijo...

me alegro que vuelvas por estos lares, intentaré seguir el mismo camino...